Metidos de lleno en el mes de diciembre, llega ese momento del año en el que los niños deben preparar su carta a los Reyes Magos y comenzar a escribir la famosa frase: “Queridos Reyes Magos, este año…”. Unas palabras que los pequeños pronuncian con ilusión, pero que para los padres, como cada año, puede suponer más de un quebradero de cabeza.
En una sociedad como la actual, en la que el consumismo abunda y la publicidad nos ‘bombardea’ en estas fechas para que compremos cuantos más regalos mejor; como padres, es importante lidiar con las expectativas de nuestros hijos en cuanto a los regalos de Navidad y educarles sobre la importancia de pedir con responsabilidad. Dos claves que, a la larga, evitarán que el niño desarrolle una escala de valores errónea y pierda el componente fundamental en esta época del año: la ilusión.
Los problemas de recibir demasiados regalos de los Reyes Magos
En Navidad, los padres tendemos a hacer un ‘sobreesfuerzo’ y colmar a nuestros hijos de presentes, algo que -unido además a los regalos que les hacen nuestros familiares- puede llevar, en el caso de algunas familias, a que los niños se encuentren el Día de Reyes hasta con 20 regalos ¡o más! El origen de esto está en el deseo de los padres de hacer felices a nuestros hijos y verles disfrutar; no obstante, es importante tener presente que este exceso de regalos puede tener consecuencias emocionales muy negativas para nuestros pequeños.
Los expertos han confirmado que existe un síndrome, el llamado “Síndrome del niño hiperregalado”, asociado al exceso de regalos en estas fechas de año y que perjudica notablemente la forma en la que nuestros hijos viven este acontecimiento.
Pérdida de la ilusión
La sobreestimulación que provoca recibir muchos regalos hace que los niños se sientan desbordados y no tengan la capacidad de centrarse en un único regalo y disfrutarlo plenamente. Por eso, la emoción tiende a dispersarse hasta desaparecer.
Frustración
Al concentrar tantos estímulos positivos en un solo momento del año, los niños tienden a elevar sus expectativas de cara a los regalos de Reyes, provocando así una mayor frustración cuando no reciben lo que esperan o han pedido.
Alteración de la imagen propia
Cuando hiperregalamos a nuestros hijos, sin querer les transmitimos la idea de que lo que tienen es más importante de lo que son. Esto puede provocar que el niño acabe dando demasiado valor a lo material y desarrolle conductas egoístas.
Falta de responsabilidad
Si acostumbramos a nuestros hijos a tener siempre lo que quieren, pueden acabar quitándole todo el valor a los regalos y desarrollar la idea de no hace falta esforzarse para conseguir las cosas.
Sin duda, son motivos de peso para que, a la hora de preparar la carta a los Reyes Magos, ayudemos a nuestros pequeños a moderar sus expectativas y les inculquemos valores para pedir con responsabilidad.
Soluciones para preparar la carta a los Reyes Magos
Limita el número de regalos
Transmítele a tu hijo que hay un límite de regalos que puede pedir en su carta a los Reyes Magos (los expertos recomiendan 4), y si tus familiares también le regalan, habla con ellos para reflexionar e intentar limitar también el número de presentes que dejan en sus casas.
Elegid juntos algo que quiera mucho
Antes de que llegue la Navidad, habla con tu hijo y ayúdale a decidirse por un regalo concreto que le haga mucha ilusión y quiera de verdad. Ayúdale a fomentar esa idea e incentiva su entusiasmo frente a ese regalo para convertir la Navidad en un momento mágico que espere con ilusión.
Aplica la ley de los 4 regalos
Además de limitar el número de regalos, puedes animar a tu hijo a que elija un regalo de cada tipo. Por ejemplo:
– Un regalo que desee de verdad
– Un regalo que necesite, como una mochila, unos lápices, unas botas de fútbol…
– Un regalo no material, como una experiencia. ¡Recuerda que en Landmar Costa Los Gigantes encontrarás una amplia oferta de actividades y experiencias para el disfrute de toda la familia en el increíble entorno de Los Gigantes, en el sur de Tenerife!
– Un regalo que tenga un fin, como cuentos, puzles… o cualquier objeto que fomente el aprendizaje.
Enséñale a ser solidario
Aprovecha para inculcar valores como la generosidad en tu pequeño y pídele que incluya en su carta un regalo para otra persona (por ejemplo, algo para donar).
Ahora, a coger papel y lápiz ¡y a escribir!